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En Providencia

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Descripción

  • Tipología

    Curso

  • Lugar

    providencia

En este Curso tendrás la posibilidad de aprender a interrogar al agua sobre todo lo que te importa. El agua es un mensajero que nos informa sobre el mundo y el cosmos. Existe un campo morfogénetico, en el cual están almacenadas todas las informaciones en forma de vibraciones. El alma de la palabra, o información vibratoria, es lo que ""lee"" el agua y a lo que reacciona armonizándose con la vibración. El lenguaje del agua es claro, unívoco. Todos llevamos dentro de nosotros mismos Sabiduría, únicamente tenemos que redescubrirla. El agua nos ayuda en la búsqueda de nuestra propia verdad.

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Providencia (Metropolitana de Santiago)
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Luis Thayer Ojeda 183. Oficina 310. Providencia

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En este Curso tendrás la posibilidad de aprender a interrogar al agua sobre todo lo que te importa.

El agua es un mensajero que nos informa sobre el mundo y el cosmos.

Existe un campo morfogénetico, en el cual están almacenadas todas las informaciones en forma de vibraciones.

El alma de la palabra, o información vibratoria, es lo que "lee" el agua y a lo que reacciona armonizándose con la vibración.

El lenguaje del agua es claro, unívoco.

Todos llevamos dentro de nosotros mismos Sabiduría, únicamente tenemos que redescubrirla.

El agua nos ayuda en la búsqueda de nuestra propia verdad para enseñarnos el camino.

Cada agua es portadora de informaciones que podemos absorber cuando la bebemos convirtiéndose en parte de nuestro cuerpo.

El Agua es un símbolo del alma.

El cuerpo humano está constituído por un 70% de agua.

El agua tiene memoria y reacciona al tratamiento que recibe y almacena esta información.

Está cargada de información sanadora pudiendo, las personas, recuperar su salud gracias a estas informaciones.

Existe una estructura de comunicación entre el agua y la persona.

Tratar el agua con responsabilidad espiritual y mucho amor es algo que ninguna medición precisa y ningún medicamento potente puede hacer por nosotros, y lo mejor de esto es que además de proporcionarnos un alimento cargado de informaciones valiosas, nos educa en nuestro camino espiritual.

Cuando tenemos un pensamiento y le otorgamos energía, considerándolo verdadero o enunciándolo, este patrón vibratorio es entonces almacenado en el agua de nuestro cuerpo y su manifestación corresponde a una vibración alrededor nuestro e incluso mas allá.

Así es como influimos en nuestro entorno.

Otros reaccionan a ello y recibimos el feedback correspondiente, que refuerza a su vez nuestras vibraciones y por lo tanto también el campo morfogenético.
Se comprende, entonces, cuán importante es pensar y pronunciar cosas buenas.

Las palabras positivas generan un cambio positivo.

Si deseamos generar un cambio positivo en nosotros mismos tenemos que cambiar la pureza del agua en nuestros cuerpos.

El Agua.

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